actos quirúrgicos que no cuentan con el
consentimiento del paciente, ¿qué
impacto tendría este dato en la
despenalización de la eutanasia?
La práctica de la eutanasia funciona, se
sabe, cuando hay consentimiento libre y
un paciente bien informado, consciente de
su propia enfermedad –terminal–, y
pronóstico; circunstancias no visibles en
los
casos
anteriores.
¿Cuál
es la
perspectiva y la
diferencia entre
un
adulto,
cuando
con
pleno
conocimiento, en
forma insistente,
lúcida, por escrito, expresa su deseo de
morir y el caso de aquel que es incapaz de
expresar su libre albedrío y su deseo es
interpretado por otros? Los padres o
tutores tendrán que decidir y, por
supuesto, los médicos determinar el grado
de sufrimiento o recuperación de la
enfermedad frente a situación. ¿Qué
haríamos con aquellos niños con
malformaciones congénitas, por ejemplo
cardiopatías
complejas,
como
un
ventrículo izquierdo hipoplásico o una
comunicación interventricular hipertensa
en donde el trasplante al paciente puede
dar una sobrevida promedio de 10 años, o
los sometemos a un comité para la
determinación eutanásica?
El tema económico es un punto
insoslayable en un país con 40 millones
de pobres. Los municipios más pobres de
México se están despoblando.
La
Dirección
General
de
Epidemiología de la SSA reporta que
de 2000 a 2005 disminuyó la población
en un 50%, debido a la elevada
mortalidad y al intenso movimiento
migratorio.
Nueve de las primeras diez causas de
defunción en el año 2000 continuaron
para el 2005: en 2005 el 53.4% de las
defunciones fueron en personas
mayores de 65 años; de ellas 300 mil
se debieron a enfermedades de
corazón, diabetes, tumores, EPOC, es
decir, enfermedades crónicas cuya
etapa final, potencialmente, las hace
susceptibles al análisis eutanásico.
Del rango de edad de 10 a 19 años
fallecieron en 2005: 11,142 niños y
adolescentes
por
accidentes,
homicidios y suicidios; sin embargo,
por
tumores
malignos,
malformaciones congénitas, parálisis
cerebral
e
insuficiencia
renal
fallecieron
alrededor
de
2,500
niños/adolescentes. En la experiencia
holandesa aparecen casos de niños
con
patologías
semejantes,
candidatos jurídicamente susceptibles
de eutanasia.
Fuera del dato duro y terrible del
porcentaje de analfabetismo, (9.6 en el
país, esto es, 10 millones de personas)
la cultura médica y jurídica en la
población general o la culturalización
de los conceptos de la medicina y el
derecho se viven de manera
heterogénea, dependiendo tanto del
estrato socioeconómico como del
cultural. Y en cuanto a la formación de
los profesionales de Medicina, en el
temario de la gran mayoría de los
planes de estudio, no se incluye como