También se ha llegado a pensar que las
emociones fuertes –la eutanasia– son
deseables y que nadie que siente una
emoción así va a razonarla. Se oponen a
aquello que estiman es la razón. Este
argumento parece inscribirse en el amplio
movimiento de legitimización social de la
eutanasia, enmarcado en un proceso
moderno de laicización de los valores que,
aunque no han roto con la tradición
religiosa, han transferido el deber ser a la
religión, al campo del crimen social y la
falta moral respecto de uno mismo.
Así, nos encontramos inmersos en el
debate sobre la eutanasia en donde, por
un lado, se afirma el derecho de disponer
de la propia vida; por el otro se acentúa la
prohibición de administrar la muerte, aun
con la libre voluntad y el consentimiento
del paciente. Cuando me refiero
a eutanasia, lo hago en los términos de la
práctica médica, a la activa y deliberada
terminación de la vida del paciente a
petición suya y llevada a cabo por un
médico.
La experiencia holandesa, razonada y
madura, revela que la ética y los códigos
morales le son necesarios al hombre a
causa del conflicto entre la inteligencia y el
impulso; que si bien la moral –colectiva
por excelencia–, aunque es ante todo
individual, incluso cuando trata de las
obligaciones de los otros, se enfrenta con
mayores problemas al tratar de considerar
grupos sociales. Por eso, hablar sobre la
eutanasia,
no
es
referirse
irresponsablemente en forma exclusiva a
la factibilidad técnica de aplicarla, sino
estudiar el quehacer humano; para ello el
advenimiento del pensamiento crítico,
sólido, serio en el que se asienta la
bioética nos permite profundizar en él.
Además de la reflexión filosófica o
política
sobre
el
debate
libertad/autoridad, para fines de este
comentario, consideraremos cuatros
aspectos en México: Sociedad,
economía, cultura y educación.
Con el argumento de la pendiente
resbaladiza se trata de alertar del
peligro de usar la eutanasia en grupos
vulnerables, nos viene a la mente que
esta recomendación general de la
CNDH fue apenas emitida el 16 de
diciembre de 2002 con carácter
federal, ya que el problema recurrente
no es lejano en tiempo, ni fue un
asunto aislado de una sola comunidad.
En México hay 12 millones de
indígenas.
El
consentimiento
informado,
científicamente validado y el equilibrio
en el binomio beneficio–daño son
elementos centrales en la práctica
médica, insustituibles en la definición
de eutanasia.
En la actualidad, si entre el 15 al 30%
de las quejas que se presentan en la
CONAMED, por "mala práctica"
(negligencia–incompetencia), son por