La educación odontologica actual Número 1. Abril 2019 | Page 4

Estructuras del periodonto.

El periodonto es un conjunto de tejidos dinámicos cuya función vital es dar el soporte a los órganos dentarios, así como, proveer un reservorio de células para mantener la homeostasis, y favorecer la regeneración o reparación de los tejido perdidos por enfermedad. Los tejidos que componen el periodonto son dos tejidos blandos: encía y ligamento periodontal y dos tejidos mineralizados: hueso alveolar y cemento radicular.

Los tejidos que conforman el periodonto se dividen en:

Periodonto de protección. Son los tejidos que se encargan de la protección del periodonto de inserción. Está compuesto principalmente por la encía.

Periodonto de inserción. Tejidos encargados de sostener y mantener al diente en su posición en el alvéolo. Está formado por cemento, ligamento periodontal y hueso alveolar.

Primeramente, el cemento radicular, conocido por ser la capa más externa del diente a nivel de la raíz. Cuenta con una superficie rugosa que está definida por las fibras del ligamento periodontal, carece de inervación y de vascularidad y presenta un color amarillo oscuro.

El hueso alveolar es otra de las partes importantes del periodonto, se trata del tejido óseo que contiene alvéolos o cavidades donde van alojadas las raíces de los dientes. Al fragmento de hueso que queda entre un alveolo y otro adyacente se denomina cresta o septum interdental. Es un tejido sensible a los cambios, se remodela constantemente y es altamente vascularizado e inervado. Tiene espacios medulares amplios y está conformado por dos clases de hueso, el hueso compacto y el hueso trabeculado. Existen dos áreas de hueso alveolar, uno se encuentra en el maxilar superior y otro en la mandíbula o maxilar inferior. Se trata de una estructura ósea muy importante y que cuenta con una serie de particularidades como por ejemplo su propia reabsorción.