Tras la segunda guerra mundial, Japón se encontraba en una situación muy difícil. El país había sufrido graves pérdidas económicas, financieras, demográficas e infraestructurales. En el marco de la Guerra Fría y con el objetivo de contener un posible avance del comunismo en Extremo Oriente, Estados Unidos retiró sus tropas y otorgar créditos para la rápida reconstrucción del país.
El gobierno japonés utilizó esos capitales para impulsar al desarrollo económico y organizar conglomerados industriales y financieros, algunos de ellos controlados por el estados. Entre 1955 y 1970, se invirtió en infraestructura vial para integrar todas las regiones del país.
El "milagro japonés" capitalista