Estados Unidos
Entre 1945 y 1970, Estados Unidos consolidó su posición como potencia hegemónica del capitalismo occidental.
El aumento del comercio internacional facilitó las exportaciones de bienes y servicios estadounidenses al resto del mundo capitalista. Además, el Estado contribuyó a apuntalar el crecimiento económico con políticas activas.
Los factores que contribuyeron a la hegemonía económica estadounidense fueron: su posesión de dos tercios del oro mundial, la incrementación en la producción, la innovación tecnológica, la inversión continua de capitales, el aumento en la natalidad con el baby boom, lo que multiplicó la demanda de biesnes y servicios, y la existencia de fuentes de energía y recursos naturales que permitió mantener los costos de producción bajos.
Además, los Estados Unidos se destacaron en el ámbito técnico-científico, con numerosos desarrollos tecnológicos, y contribuyó a la expansión de las industrias de servicios.