LA ECONOMÍA DE MÉXICO EN EL TLCAN: BALANCE Y PERSPECTIVAS FRENTE AL T VOLUMEN 19-LA ECONOMIA-VERSION DEFINITIVA-17-MAYO- | Page 522
CAMBIO TECNOLÓGICO Y RELOCALIZACIÓN DE LA INDUSTRIA DEL VESTIDO
525
f) En la década de 1990, México y otros países del sur de Asia y de la
Cuenca del Caribe fueron protagonistas de la cuarta migración de esta
industria (Khanna, 1993, citado en Gereffi, 2000). Este proceso impul
só las exportaciones mexicanas de dicha industria, lo que le permitió al
país escalar 30 lugares en una década y posicionarse en el año 2000
como el cuarto mayor exportador de la industria. A partir de dicho
año hubo un cambio de tendencia y la participación de México cayó
drásticamente, a menos del 1% en 2016 (cuadro 1).
g) En la última década, las exportaciones de Bangladesh y Vietnam han
crecido considerablemente y su participación en las exportaciones
mundiales más que se duplicó. Entre 2005 y 2016, la participación
de mercado de Bangladesh pasó del 2.4% al 6.3%, y la de Vietnam pa-
só del 1.6% al 5.3%, convirtiéndose en 2016 en el segundo y tercero
mayores exportadores de la industria, respectivamente (cuadro 1). El
rápido crecimiento de la participación de Bangladesh y Vietnam, y en
menor medida India, sugiere que la quinta migración de la industria
está en proceso y que estos países son los principales actores.
h) Por otra parte, durante todo el periodo de estudio, el mercado de la
industria del vestido ha estado altamente concentrado, y el principal
destino de las exportaciones de la industria han sido los países desa
rrollados. En 1980, los países desarrollados concentraron el 69.4% de
las importaciones mundiales de la industria, y para 2016 su participa
ción subió al 77% (World Trade Organización, 2015).
P RINCIPALES DETERMINANTES DE LA RELOCALIZACIÓN
Y RETENCIÓN DE LA PRODUCCIÓN DE LA INDUSTRIA DEL VESTIDO
Los productos de esta industria regularmente se clasifican en: commodities,
productos de moda básicos, mejor moda, moda puente, colecciones de di
señador, y alta costura hecha a la medida (Abernathy et al., 1999, citado en
Doeringer y Crean, 2006). Las primeras dos categorías se diseñan para
producirse en grandes volúmenes y sus precios están orientados al mercado
de masas. Conforme se avanza hacia la alta costura, el diseño y la tela se
vuelven más diferenciados, el mercado se hace más pequeño y especializa
do, y la demanda es menos sensible al precio (Doeringer y Crean, 2006).
La globalización ha impulsado la relocalización de la producción de las
primeras dos categorías hacia países de bajos salarios, ya que de acuerdo
con Lin et al., (2002, citado en Dana et al., 2007), el costo laboral representa
entre 30% y 50% del costo final de la ropa, y por los grandes volúmenes que
se producen se logra el menor costo unitario (Doeringer y Crean, 2006),