LA ECONOMÍA DE MÉXICO EN EL TLCAN: BALANCE Y PERSPECTIVAS FRENTE AL T VOLUMEN 19-LA ECONOMIA-VERSION DEFINITIVA-17-MAYO- | Page 475

478 SERGIO ORDÓÑEZ plejo automotriz-metalmecánico-petroquímico, propio de la fase de desa- rrollo fordista-keynesiana, lo que se traduce en un nuevo dinamismo económico o ciclo industrial con características propias, en los siguientes tér­ minos: 1) la fase expansiva del ciclo sería más prolongada y el nivel de in- cremento de las tasas de crecimiento y aumento de la productividad se elevaría, debido al papel dinámico de la oferta (a precios decrecientes) sobre la demanda, la mayor integración del SE-IT con el resto de las activi- dades económicas y la tasa más acelerada de innovación propia de la nueva base tecnológica; 7 y 2) la fase contractiva del ciclo sería menos duradera y recesiva, puesto que la organización de la producción en redes globales de producción se traduce en un coeficiente menor de inventarios respecto de los pedidos y las ventas, con lo que la dinámica tradicional de una mayor con- tracción de la producción que de la demanda (las ventas efectivas), debido a los inventarios, se vería contrarrestada, siendo más rápida y fácil la recu- peración de la producción [USDC (2000) y De Long y Summers (2000)]. 8 Sobre la base de esos fundamentos, el SE-IT dinamiza la fase expansiva de los años noventa, determina la crisis mundial del 2001 y el 2002, y en- cabeza la recuperación posterior a partir de un proceso de reestructuración tecnológico-productiva con consecuencias en su despliegue espacial mun- dial y su división interindustrial e internacional del trabajo (Dabat y Ordó­ ñez, 2009). Por su parte, la reciente crisis financiera-productiva global de 2007-2009, al estar centrada en el sector inmobiliario y las securities respaldadas en hipotecas —como ha sido desarrollado ampliamente en otros lugares (Or- dóñez, 2009B)—, tuvo repercusiones directas sobre el SE-IT mundial de- rivadas de dos procesos íntimamente relacionados: 1) los efectos recesivos sobre el conjunto de la actividad económica, a la cual el SE-IT provee de insumos productivos industriales y de servicios en una relación de articu- lación “hacia delante”, resultado de la disminución de la demanda mundial; y 2) la escasez y posterior virtual congelamiento del crédito mundial, con repercusiones adicionales sobre una contracción generalizada en la inver- 7 La fase expansiva de la economía norteamericana de los años noventa tuvo una duración de casi diez años (segundo trimestre de 1991 al segundo trimestre de 2000), una tasa de cre­ cimiento media de 4.1% de 1995-2000 (contra 4.2% de 1959-1973) y una tasa media de in­ cremento de la productividad de 3.2% de 1995-2000 (contra 2.9% de 1959-1973). El incremento acelerado de la productividad se tradujo en niveles más bajos de desempleo e inflación y en incrementos importantes del salario real (Baily, 2000). 8 En la contracción económica del 2001-2002 sólo hubo tres trimestres recesivos (2000-3, 2001-1 y 3) y tuvo una duración de diez trimestres (2000-3–2002-4) (US-BEA), aunque en ello incidió la situación de incertidumbre que se creó con posterioridad al 11 de septiembre del 2001, derivada de los atentados terroristas, la crisis de la aviación comercial, la guerra de Irak y el aumento en los precios del petróleo.