LA CORTE DE LUCIFER - OTTO RAHN La Corte de Lucifer - Otto Rhan | Page 24

de su máxima confianza, acampó a los pies de la fortaleza cátara y analizó las posibilidades de dónde podía estar escondido el Grial, llegando a la conclusión de que había que seguir las posibles rutas de escape de los supuestos cuatro cátaros que se descolgaron del castillo según los registros de la Inquisición. Nuevamente se funden en la leyenda, la ficción y la realidad. Se dice que el coronel Skorzeny encontró el tesoro cátaro y lo puso en manos de Himmler... También se dice que el tesoro fue llevado a Alemania, a la torre de Merkers, y que el Grial estaría enterrado en terrenos lindantes al castillo Wewelsburg. Estas historias terminan formando parte de una nueva saga con- temporánea del Grial, y a su vez siguen alimentando el eterno mito del Grial, que trasciende ya los hechos reales e imaginarios. Componentes objetivos, subjetivos y fantásticos continúan alimentando la saga, con lo que hacen más profundo e insondable el misterio. Otto Rahn fue él último buscador del Grial, convencido del sig- nificado pagano y la gnosis oculta negada a los conquistadores. Rahn, en Cruzada contra el Grial, hace una descripción poética de la cruzada contra los albigenses, allí dice: "A la cabeza, cabalga el sombrío e irreconciliable abad de Citeaux, el jefe de las fuerzas cristianas contra los herejes albigenses. Parecido a un caballero del Apocalipsis, galopa, hábito al viento, a través del país que no adora a su propio Dios. Detrás de él, el ejército de arzobispos, obispos, abades, padres y monjes. Al lado de los príncipes de la Iglesia cabalgan los príncipes laicos con sus armaduras resplandecientes de acero, plata y oro. Luego, vienen los caballeros saqueadores, con sus soldadescas que entraban a saco por doquier. Robert Sans-Avoir, el que no bebe agua, Dios sabe sus nombres. "A continuación, los ciudadanos y campesinos, y luego, por