LA CORTE DE LUCIFER - OTTO RAHN La Corte de Lucifer - Otto Rhan | Page 19

paloma esculpida en la roca, la paloma es un símbolo del Espíritu Santo, la luz divina que desciende entre los hombres. Esto hace pensar que el catarismo es una religión de luz y no mágica. El movimiento cátaro fue en realidad una religión, difamada en herejía, completamente alejada de conceptos radicales violentos, lo que la aleja del catolicismo inquisidor de aquella época. Lo demuestra la total tolerancia y la forma de vida que llevaron y predicaron, haciendo llegar un mensaje de misericordia, amor y libertad. A fines de 1933, Otto Rahn entabla amistad personal con Alfred Rosemberg, filósofo y jefe hitleriano, extraño romántico aislado en las brumas idealistas del nacionalsocialismo, conven- cido de la doctrina hasta el final de su vida, que terminó en el patíbulo, en Nuremberg, en 1946. Rosemberg fue la mente de la gnosis nazi, de orientación metafísica y vasta cultura, autor del libro El mito del siglo XX. Rosemberg, como intelectual, siente admiración por aquel hombre de delgada figura, especialista en historia y herejía, autor de la Cruzada contra el Grial. Mantiene largas charlas con Rahn, y cautiva con su discurso la atención del buscador del Grial. Rosemberg considera que todos los acontecimientos tienen significado, y remiten a una eterna lucha donde se enfrentan la luz y las tinieblas. Los herejes cátaros, para Rosemberg, eran los artífices de una magna tragedia de alcance cósmico. Afirma Rosemberg: "En la his- toria de los albigenses, de los valdenses, de los cátaros, de los hugonotes, de los reformados, de los luteranos, hay que ver el marco extraordinario de una lucha épica". Rosemberg es elegido para dirigir la Oficina del Reich para la Pro- moción de la Literatura Alemana y la Federación Cultural