LA CORTE DE LUCIFER - OTTO RAHN La Corte de Lucifer - Otto Rhan | Page 106
Cristo, nuestro Señor, recorrió y en las que predicó [...]. Si el
asunto trata sobre la Santa Virgen, entonces el medio
representativo que me figuro es una casa pequeña y después
me imagino de manera especial la casa y los aposentos de
nuestra amada Señora en la ciudad de Nazaret, en la región
de Galilea". Durante la meditación sobre el nacimiento del
Señor, Ignacio dio la orden de "recorrer con los ojos de la
imaginación el camino que conduce de Nazaret a Belén", su
largo y su ancho "también hay que tomarlos en
consideración, así como el hecho de si el camino es liso o
conduce por valles o sobre altura". También hay que
imaginarse la "cueva del nacimiento" Cuán vasta y Cuán
angosta, Cuán baja o Cuán alta y cómo estaba dispuesta...
Con la aplicación de todos los sentidos, Jesús debe de haber sido pre-
sentado "sobre el terreno frente a Jerusalén" como el generalísimo de su
ejército, mientras frente a él, "en la comarca de Babilonia", Satanás
reunía en tomo de sí a sus demonios para la última batalla decisiva.
"Me figuro cómo Lucifer hizo venir hacia él incontables espíritus
para enviarlos a todos, a todo el mundo, sin omitir un país, un lugar,
una familia o un solo hombre [...]. De modo semejante hay que mi-
rar sobre la parte contraria del supremo y verdadero general en
jefe,' nuestro Señor Cristo, [...] cómo escogió a sus apóstoles y
discípulos y los envió a todo el mundo para divulgar su santa
doctrina entre todos los hombres."
Mientras don Quijote cabalgaba por el país para resucitar la
caballería andante, la corte española celebraba servicios de
Amor, misas de Minne grotescamente desfiguradas desde el
triunfo de las cruzadas contra los herejes. El enfermo de
obcecación religiosa, el caballero Layóla, bajo el símbolo de
Jesús, organizó una campaña clerical contra Lucifer haciendo
que Montserrat se convirtiera en Montaña del Grial en lugar
del ya hacía mucho tiempo destruido Montségur. En la
propia cueva del Grial, Fontane la Salvasche, no faltan la