-Bueno, su error no es fatal. Rumores de gloria suelen esconderse dentro de lo que
muchos consideran mitos y cuentos.
-Yo tengo amigos a los que no les va a gustar esto -observó Mack, mientras forcejeaba
con una raíz particularmente obstinada.
-No importa. Yo soy muy afecta a ellos.
-¡Me sorprendes! -dijo Mack un poco sarcásticamente, y sonrió en su dirección-. Pero
está bien.
Metió la pala en la tierra, y tomó con la mano la raíz sobre ella.
Cuéntame entonces del árbol de la ciencia del bien y del mal
hablábamos en el desayuno -respondió ella-.
haciéndote una pregunta. Cuando te pasa algo,
nas si es bueno o malo?
Mack pensó un momento antes de contestar:
-Bueno, en realidad no he pensado en eso. Supongo que algo es bueno cuando me
agrada, cuando me hace sentir bien o me da una sensación de seguridad. A la inversa,
llamaría malo a algo que me causa dolor o me cuesta algo que quiero.
-¿Entonces es muy subjetivo?
-Supongo que sí.
-¿Y qué tan seguro estás de tu capacidad para discernir lo que realmente es bueno pa-
ra ti, o lo que es malo?
-Para ser honesto -dijo Mack-, tiendo a parecer justificablemente molesto cuando al-
guien amenaza mi "bien", lo que creo merecer. Pero en realidad no estoy seguro de te-
ner una base lógica para decidir lo que en verdad es bueno o malo, excepto cómo al-
guien o algo me afecta.
Hizo una pausa para descansar y recuperar un momento el aliento.
-Todo parece demasiado interesado y egocéntrico, supongo. Y mi historial no es muy
alentador tampoco. Cosas que en un principio creí buenas resultaron ser horriblemente
destructivas, y cosas que pensé malas, bueno, resultaron...
Sarayu lo interrumpió: