Papá volteó, en esta ocasión con harina y masa en las manos.
-Buena pregunta. ¿Qué tan lejos quieres llegar, eh? -No esperó respuesta, sabiendo
que Mack no la tenía. En cambio, preguntó-: ¿Crees estar en libertad de marcharte?
-Eso supongo. ¿Lo estoy?
-¡Claro que sí! No me interesan los prisioneros. Eres libre de salir por esa puerta ahora
mismo y volver a tu casa, sin nadie. O podrías ir a The Grind a estar con Willie. El solo
hecho de que yo sepa que eres demasiado curioso para irte, ¿reduce tu libertad de
marcharte?
Hizo una breve pausa, y luego volteó hacia su tarea, habiéndole a Mack por encima del
hombro.
-O si quieres llegar todavía más lejos, podríamos hablar de la naturaleza de la libertad
misma. ¿La libertad significa que te está permitido hacer todo lo que quieras? O po-
dríamos referirnos a todas las influencias limitantes en tu vida, que trabajan activamen-
te contra tu libertad. Tu herencia genética, tu ADN específico, tu particularidad metabó-
lica, esa cosa de los cuantos en un nivel subatómico en el que sólo yo soy el observa-
dor omnipresente. O referirnos a la intrusión de la enfermedad de tu alma, que te inhibe
y atrapa, o a las influencias sociales a tu alrededor, o a los hábitos que han creado
uniones y trayectorias sinápticas en tu cerebro. Y luego están la publicidad, la propa-
ganda y los paradigmas. En esa confluencia de multifacéticos inhibidores -dijo ella,
suspirando-, ¿qué es realmente la libertad?
Mack se quedó parado sin saber qué decir.
-Sólo yo puedo hacerte libre, Mackenzie, pero la libertad no puede forzarse nunca.
-No entiendo -replicó Mack-. No entiendo nada de lo que acabas de decir.
Ella se volvió y sonrió.
-Lo sé. No te lo dije para que lo entiendas ahora. Te lo dije para después. En este mo-
mento ni siquiera comprendes que la libertad es un proceso creciente.
Acercándose suavemente, tomó las manos de Mack entre las suyas, cubiertas de hari-
na, y mirándolo a los ojos continuó:
-Mackenzie, la verdad te hará libre, y la verdad tiene un nombre: está en la carpintería
ahora mismo, cubierta de aserrín. Todo tiene que ver con él. Y la libertad es un proceso
que sucede en una relación con él. Luego, todas esas cosas que sientes remolinear
dentro de ti empezarán a encontrar salida.