LA CABAÑA La Cabana - W. Paul Young | Page 34

-Vamos a ver -dijo Dalton, con los ojos casi sobre la bolsa-. La cabeza es negra, con... uf... una cabeza de Catarina. El cuerpo es rojo, con orillas y divisiones negras. Hay dos puntos negros en el lado izquierdo del cuerpo, viéndolo desde arriba... con la cabeza en la parte superior. ¿Me explico? -Perfectamente. Siga, por favor -dijo la voz, con paciencia. -Sobre el lado derecho de la Catarina hay tres puntos, así que son cinco en total. Hubo una pausa. -¿Está usted seguro de que son cinco puntos? -Sí, señora, son cinco puntos. Dalton buscó con la mirada a Mack -quien se había pasado al otro lado para ver mejor-, hizo contacto visual con él y se alzó de hombros como preguntando: "¿A quién le im- porta cuántos puntos sean?" -Muy bien. Ahora, oficial Dabney... -Dalton, señora, Tommy Dalton -miró de nuevo a Mack y entornó los ojos. -Perdón, oficial Dalton. ¿Podría voltear el prendedor y decirme qué hay en la base o parte de abajo de la Catarina? Dalton dio vuelta a la bolsa y observó con atención. -Hay algo aquí, grabado en la base, agente especial... oh, no recuerdo su nombre. -Wikowsky, como suena. ¿Hay unas letras o unos números? -Déjeme ver. Sí, creo que tiene razón. Parece una especie de número de mod elo. Umm... C... K... 1-4-6, creo, ¡sí! Charlie, Kilo, 1, 4, 6. Es difícil ver bien a través de la bolsita. Hubo un silencio en el otro extremo de la línea. Mack murmuró a Dalton: -Pregúntele por qué, o qué significa eso. Dalton titubeó, pero accedió. Hubo otro largo silencio en la línea. -¿Wikowsky? ¿Está ahí? -Sí, aquí estoy. -Su voz sonó de pronto sorda y cansada-. Oiga, Dalton, ¿está en un lu- gar privado donde pueda hablar?