posibles. La labor de sanación que esto ha generado sólo puede ser obra de Alguien
superior a todos nosotros, para alabanza de su gloria.
La tercera parte es más tuya que nuestra, y no tenemos idea de adonde nos llevará.
Nos da mucho gusto verla desenvolverse mientras proseguimos los trayectos de nues-
tras vidas.
"Recibí un ejemplar de La cabaña durante una muy difícil transición en mi vida. Esta
historia abrió por completo la puerta a mi alma, y a lo largo de este periodo me he he-
cho muchas preguntas. Eso me recuerda que, aunque pregunte por qué, sé quién si-
gue al Control".
-Wynona Judd, música
¡Por fin una novela sobre el encuentro de un hombre con Dios, poseedora de integridad
literaria y audacia espiritual! Esta historia se lee como una plegaria: como el mejor tipo
de plegaria, llena de sudor y maravilla y transparencia y sorpresa. Si este año lees una
obra de ficción, que sea ésta".
-Mike Morrell, zoecarnate.com
"Este libro puede ser para nuestra generación lo que El viaje del peregrino fue para la
de John Bunyan, su autor. ¡Así de bueno es!"
Eugene Peterson, autor
"Si algo importa, todo importa. Dado que tú eres importante, todo lo que haces es im-
portante. Cada vez que perdonas, el universo cambia; cada vez que te esfuerzas y to-
cas un corazón o una vida, el mundo cambia; con cada bondad y favor, visto o no, mis
propósitos se cumplen, y nada volverá a ser lo mismo".
Wm. Paul Young en LA CABAÑA y
La hija menor de Mackenzie Alien Phillips, Missy, es raptada durante unas vacaciones
familiares, y se encuentran evidencias de que pudo haber sido brutalmente asesinada
en una cabaña abandonada en lo más profundo de los bosques de Oregon. Cuatro
años después, en medio de su Gran Tristeza, Mack recibe una sospechosa nota, al pa-
recer procedente de Dios, invitándolo a regresar a esa cabaña durante un fin de sema-
na.
Contra toda razón, Mack llega una tarde de invierno para retornar a su más oscura pe-
sadilla. Lo que encuentra ahí cambiará su vida para siempre.