-¡Oye, nada te sacia! Dale un centímetro a un hombre y se creerá gobernante.
Mack devolvió la sonrisa, pero tenía la boca llena y no dijo nada.
-Como ya te dije, todo es por él. La creación y la historia son por Jesús. Él es el centro
mismo de nuestro propósito, y en él somos ahora plenamente humanos, así que nues-
tro propósito y el destino de ustedes siempre están vinculados. Podría decirse que he-
mos puesto todos los huevos en la canasta humana. No hay un plan B.
-Parece demasiado arriesgado -propuso Mack.
-Tal vez para ti, pero no para mí. Nunca ha cabido la menor duda de que, l