16 Inongo-vi-Makomè
— Ya se lo he contado , señor . Muchos animales han huido de la reserva , y los que quedan muestran comportamientos agresivos ...
— Mussele , he de recordarte que las especies que tenemos ahí fuera no son animales domésticos , sino salvajes – dijo Mr . Thompson con sarcasmo –. Y a estas alturas deberías saber que los animales salvajes son agresivos y están siempre nerviosos . — Lo sé , señor , pero aparte de eso , algo les pasa . Mr . Thompson ignoró este comentario . — Concentrémonos en lo otro – sugirió –. Dices que faltan animales y que estos han huido fuera de Kenia ... — Así es , señor . — Si tú no te has enterado de cuándo se marcharon , ¿ cómo sabes que han salido del país ?
— Hemos sabido que lo mismo ha pasado en los demás parques – explicó Mussele –. También están los aldeanos de otros países , que comentan haber observado huellas de manadas de animales que se dirigen hacia el oeste . —¿ Al oeste ? Mussele se dirigió al mapa de África que tenían en la pared y con el dedo señaló un punto .
— Mis colegas de Zaire , Sudán y Níger observan que sus animales siguen la misma dirección . Se dirigen al mismo punto , es decir , al centro del continente . Puede ser un lugar de Camerún , de Gabón , de Guinea Ecuatorial , de Congo o de la República Centroafricana .
Mr . Thompson sujetó la cabeza con sus manos y la movió varias veces .
—¡ Por el amor de Dios , Mussele ! – exclamó –, ¿ no ves que dices tonterías ? ¿ Acaso crees que los animales van a asistir a una especie de asamblea de la Unión Africana ?