10 Inongo-vi-Makomè
— Fijamos entonces la fecha de la asamblea para dentro de dos lunas – informó el rey –. Estaremos de lleno en la estación de las lluvias y , cuando llueve , los hombres no vienen a la selva .
— Es una buena fecha – afirmó Nveli , la tortuga –. Dará tiempo a que los animales que viven lejos puedan venir .
El rey león mandó llamar a la liebre , Meloma , y le encargó comunicar la noticia a los animales a través del tamtam . Meloma cumplió lo mandado . Comunicó a la comunidad animal de la selva africana que todos sus delegados estaban convocados para dentro de dos lunas . Ningún representante podía faltar si no era por enfermedad o por otra causa mayor . El mensaje se divulgó rápidamente por toda la selva .
Los consejeros del rey volvieron a sus lugares de origen , excepto la vieja tortuga , Nveli .
— Estoy muy preocupado , amiga Nveli – confesó el rey león a la tortuga cuando se quedaron solos –, no sé si podremos controlar la situación . — Tendremos que tener mucho tacto – reconoció Nveli . — Los que más me preocupan son los jóvenes , están cada vez más exaltados ... Los dos se mantuvieron callados . — Los mayores tenemos la culpa . Nos hemos mantenidos callados durante mucho tiempo sin reaccionar contra la injusticia de la que somos víctimas – admitió Nveli .
El rey no dijo nada . Aprobó las palabras de su interlocutor con su silencio . — Espero que no sea demasiado tarde – dijo el rey león . La tortuga deseó lo mismo . —¿ Vas a volver a tu casa o esperarás hasta que termine el congreso ? — Ya sabes , rey , que nosotras las tortugas no somos de mucho andar – contestó la tortuga con humor –. Ponemos mucho