La Artilleria #9 | Page 33

El aporte del arte pop se encuentra realmente en utilizar estos fragmentos para producir piezas que se funden en el lenguaje de lo masivo, de la sociedad del espectáculo, La expresividad queda relegada a un segundo término, manteniendo la supremacía de un estilo impersonal que retrata su contemporaneidad con un sutil conformismo y que se viene dando ya desde los años sesenta. Cualquier cosa se podía repetir y reproducir hasta el infinito. Las fuentes del pop beben de la realidad cotidiana del momento, de la cultura de masas que nace de la industria, de la reproducción; todo el mundo podía ver imágenes continuamente, con lo cual la sacralización de la obra de arte dejaba de ser algo que tan solo se viese en los museos. Estos artistas intentaban buscar imágenes sencillas y reconocibles y elevarlas a la categoría de arte. Para Baudrillard: "el pop significa el fin de la perspectiva, el fin de la evocación, el fin del testimonio, el fin del creador gestual y, lo que es menos, el fin de la subversión del mundo y de la maldición del arte." (Jean Baudrillard, La sociedad de consumo. Sus mitos, sus estructuras, pag. 136) por ello perdemos muchas veces la visión sobre el verdadero significado del arte pop, en ese sentido el objeto no es cotidiano, lo que importa realmente es el gesto de lo representado, que debe ser reconocible y relacionable casi inmediatamente, sobrecargado y melodramático, el síntoma final de la sociedad que se fue formando en el proyecto de construcción de comunidad en los años que vinieron después, claro está entonces por qué surge en respuesta al expresionismo abstracto, cuyo representante más reconocible a simple vista es Jackson Pollock, sin olvidar al magnifico Mark Rothko y su bellísima concepción sobre la labor del artista.