Pero allí no está el pecado del arte pop,
en esos componentes básicos de su
propuesta como mirada artística se
encuentra su verdadero aporte en la
historia del arte, el contenido de las
obras de estos autores, especialmente
los trabajos de Andy Warhol no
resaltaban por su originalidad, las
piezas generalmente no se creaban
desde cero, el punto de partida era en
buena medida un fragmento de algo
que la sociedad ya había dado, lo cual
realmente no era nada nuevo, si
tenemos en cuenta que ya habían
propuestas en el campo del arte que
utilizaban elementos comunes para
realizar piezas de arte, propuestas
como La Fuente de Marcel Duchamp
que abrieron la puerta a nuevas
manifestaciones de lo que podría ser
una obra de arte.
El aporte del arte pop se encuentra
realmente en utilizar estos fragmentos
para producir piezas que se funden en
el lenguaje de lo masivo, de la sociedad
del espectáculo, de lo vacío, y es que la
labor del artista en el arte pop será la
de camuflar arte debajo de capas
gruesas de vacuidad y consumo. Los
símbolos de una sociedad de consumo,
recolectados de la cultura de masas,
condicionada, formada e impuesta por
los medios que reinan sobre ambientes
inundados de carteles, posters,
publicidad, comic, cine, , revistas,
catálogos. La nueva imagen que se
mide cada vez más desde la muestra
vacía de la tapa de una revista o del
anuncio publicitario.
Marcel Duchamp, La Fuente (1917)