Algunos de los temas filosóficos que se trataron en la edad media fueron el feudalismo, caracterizado por la división de clases, el cristianismo, basado en las enseñanzas de Jesucristo y el oscurantismo, caracterizado por la restricción al conocimiento y la prohibición de la libre expresión.
La producción filosófica de la época, estuvo marcada principalmente por la confrontación entre la fe y la razón. Por una parte se hacían preguntas como el origen del mal, el papel del Creador, el libre albedrío y la cuestión filosófica se centraba en si se podía armonizar la fe y la razón para no caer en los extremos. Todo lo anterior era claramente influenciado por el carácter dominante de la iglesia de la época, que llegó a incidir en la vida de la sociedad y motivó a los pensadores a cuestionar el origen de su autoridad.