KIDS&FüNMILY Diciembre 2017 | Page 14

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tenemos que imprimir o copiar, lo pegamos en la nevera y listo!. Tengo la solución para todo el año, al llegar al día 30 empiezo de nuevo, ahora en 30 minutos tengo todo preparado y el tiempo restante se lo puedo dedicar a mi hijo con sus tareas, a mi pareja o a mi misma. Al tener orden ya no me enfado con el sistema, al revés, le agradezco este rato de disfrute con él.

¿Qué le enseño al niño?:

1. Hay tiempo para todo si se hacen las cosas desde el amor a uno mismo.

2. No hace falta saber de todo, se puede recurrir a agentes externos, dietistas, internet, asesores, asistentes que nos ayuden y conseguir calidad de vida.

3. La aceptación de la situación de cada momento da tranquilidad, permite pensar y buscar alternativas.

4. El sistema no es bueno ni malo, la percepción que tenemos de él según nuestra forma de pensar y actuar es el que le pone la carga.

Os animo a que os sentéis 30 minutos, solos o con vuestra pareja, veáis qué cosas os están sobrecargando, y elijáis una opción más eficiente. Vamos a ello, la recompensa merece la pena. ¡A DISFRUTAR!