Nos es de extrañar que por estos
motivos niños y mujeres se
apiñaban a su alrededor para
besarle la mano y solicitar su
bendición cuando regresaba del
hospital, donde cuidaba a enfermos
y moribundos. Su paseo diario era
como el de un rey pues este
era considerado uno de los
espectáculos de Madrid.
Por todo esto siempre recordarem
os y recordaré a mi amigo Félix
Lope de
Vega como ejemplo de humildad,
solidaridad, esfuerzo y coraje.
Gracias por aportar luz a
nuestros oscuros y tétricos
corazones, aunque el
tuyo ya haya dejado de latir, el
nuestro late más que nunca.
Entierro de Lope de Vega en la iglesia de San Sebastián
mientras es observado por su hija Sor Marcela.
CALLE LOPE DE VEGA
La calle Lope de Vega se encuentra
en el barrio de las letras, es una de
las calles descendientes de la calle
León y la cual llega hasta la calle del
prado. En esta calle se encuentra el
convento de las trinitarias, lugar en
el que el escritor fue enterrado y en
la vivió en clausura una de las hijas
de Miguel de Cervantes y Sor Marcela
de san Félix, hija de Lope de Vega.
Irónicamente la casa-museo de Lope
de Vega no se encuentra en la calle
que fue bautizada con su nombre,
sino que se encuentra en la calle
paralela, la calle dedicada a otro
genio literario contemporáneo
Miguel de Cervantes con el cual tuvo
una gran rivalidad a
nivel profesional.