¿QUÉ ES?
El amor propio es la aceptación, el respeto, las percepciones, el valor, los pensamientos positivos y consideraciones que tenemos hacia nosotros mismos y que puede ser apreciado por quienes nos rodean.
El amor propio depende de nuestra voluntad para querernos, no de quienes están a nuestro alrededor ni de las situaciones o contextos en los cuales no desenvolvemos.
El amor propio es el reflejo de cómo es la relación y los sentimientos que tenemos por nosotros mismos, hacia nuestro físico, personalidad, carácter, actitudes y comportamientos.
Cuando los individuos reconocemos el amor apropio, es porque se ha alcanzado un equilibrio entre el estado anímico y nuestra autoestima. Ese equilibrio se proyecta al exterior como un sentimiento de bienestar que se expresa de diversas maneras y se goza.
En general, se dice que antes de amar a otra persona primero debemos amarnos a nosotros mismo para así saber valorarnos, reconocer que merecemos cosas buenas y bonitas a lo largo de la vida y que somos dignos de amar y ser amados.
La felicidad es la meta principal del amor propio, ser felices por aceptarnos como somos sin dejar que personas que sean externas y ajenas a nuestra familia y círculo de seres queridos intervengan.
Las personas que sienten amor propio se caracterizan por ser amigables, respetuosas, amorosas, independientes, se preocupan por su crecimiento personal, su estado de salud, su formación y dar lo mejor de sí en todas las actividades que desarrollen, entre otros.