KALEIDOSCOPIO KALEIDOSCOPIO 1 | Page 55

(Continuación de “Dancefloor) [...] Esa es la condena a la que han de enfrentarse todas las otras danzas regionales que no sean tapatías: ser siempre relegadas a la categoría de danzas secundarias o de arte menor. Como si una simpática “danza de los viejitos” exigiera menos que las otras, para muestra de su complejidad basta con ver el esfuerzo contrarreloj de los pequeñuelos en una pieza que conlleva el manejo de un bastón, malabares con un sombrero, imitar la curvatura en la espalda que provoca la senectud, establecer un ritmo común que guíe los pasos de la comitiva y terminar en el mismo momento en el que la música concluye, ni un segundo antes ni uno después, todo mientras se dosifica el escaso aire que alcanza a filtrarse a través de los orificios en la máscara de cartón. Las danzas donde participan los niños más pequeños son otro asunto, es predecible que en cualquier instante perderán la coreografía y las horas de ensayo irán directo a la basura: en un momento dado, los niños más pequeños ya no bailan, sólo caminan alrededor de la pista como en una pasarela. “Sí mi amor, usted sigue siendo la reina del baile”, dirá más de alguna madre benevolente a su hija una vez que el bailoteo haya finalizado y la pequeña pregunte sobre su desempeño en el espectáculo. La niña no reparará en que casi todas las otras madres le dicen algo similar a sus hijas y es una paradoja que existan múltiples “reinas del baile”. Poca similitud y tanta diferencia entre los bailes tradicionales de los niños y el bailar por el simple hecho de bailar en los adultos mayores que sólo buscan el placer momentáneo, que no precisan de etiquetas para dominar la pista, porque ellos lo demuestran. Y en esta misma pista qué tan diferentes son cada rostro, cada movimiento de piernas complementado por los brazos, cada desplazamiento, cada giro, cada cosa que acontece ahí, qué diversidad de coreografías para la misma canción —si las danzas infantiles tienen el común denominador de la uniformidad y, conforme una pieza