KALEIDOSCOPIO KALEIDOSCOPIO 1 | страница 4

Somos… La duda nos invade, tarde o temprano la conciencia es despertada y advertimos que las verdades antes nos parecían más ciertas, de pronto parece que ya no hay verdad, sino opiniones, matices y perspectivas, que oscilamos entre negaciones y que, pese a tan desconsolador panorama, seguimos pensando, analizando para buscar respuestas imposibles y afirmar tesis que alguien más vendrá a replantear. Somos mexicanos, de eso no tenemos duda pues políticamente se nos ha enseñado que al nacer en este espacio territorial ganamos el derecho, el privilegio de llamarnos mexicanos, con toda la gloria y el infierno que dicha palabra pudiera significar. Crecemos y el ser mexicano nos es tan fácil como hacer honores a la bandera y gritar “¡viva México!” cada 15 de septiembre; el decirse mexicano es un problema de identidad, si es que podemos decir que existe una. La oración cambia pues la duda ha sido sembrada: ¿somos mexicanos?, ¿qué nos hace nombrarnos de esta manera? Pues si de algo estamos seguros es que lo “mexicano” propiamente dicho existe, que es quizás necesaria su existencia; sin embargo, no podemos ni queremos reducir lo mexicano a una definición caprichosa de un sujeto, ni a la expresión o pensamiento de un individuo. El nombrarse mexicano es un conflicto de apropiación, de llenar de sentido a una palabra vacía a partir de mi individualidad, de mi perspectiva sobre el México que yo vivo, así como la idealización que de él hago. Ante tanta posibilidad de ser sólo subjetividad, se nos permite afirmarnos, se nos da la posibilidad de crear arte y sumarnos a ese cúmulo de manifestaciones artísticas que este país representa.