Kala Noviembre, 2014 | Page 13

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Sin ti dejé de ser yo y lamento haber cambiado, tan tarde, aquellas cosas que siempre te esforzarte por enseñarme. Gracias por eso Abuelita, siempre quisiste que aprendiera a ser mejor.

Sin ti muchas cosas perdieron sentido y muchas otras adquirieron aún más.

Sin ti, regresar el tiempo adquirió mayor importancia y llevar las rosas del jardín a tu nueva estancia, es un tormento.

Sin ti lloro más que antes y recuerdo más también.

Sin ti la cocina es un santuario y la silla blanca... ¡Dios mío!, esa silla blanca significa un millón de menorias.

Sin ti la palabra nostalgia se posa en mis hombros y me invade el cuerpo; soy feliz pero no FELIZ.

Sin ti soñar es volver a sentirte y despertar, despertar a veces es como morir.

Julissa Carrillo