Kala Junio 2019 | Page 16

Todos los días

La alarma sonaba pero mis ojos ya estaban abiertos,

esperando lo mismo de todos los días.

Madrugar, con sueño y cansancio del alma, hasta llegar al baño, donde le mentía al espejo con una sonrisa.

Vestirme y lo mismo de siempre,

en un estado de somnolencia veía el mundo pasar con rapidez a mi alrededor.

Por: Julissa Carrillo

Desesperada de abrir mis ojos a lo mismo,

huí de ti, de mi, de todos; y en la soledad,

sin nada de lo de siempre, quise regresar.