Julio 2021, Numero 10 | Page 18

SOBRE BULIMIA

Cuando llegué a OA no sabía con toda certeza si éste era un buen lugar para mí, principalmente por un par de razones: número uno mi espiritualidad no podía ser depositada en un dios, porque no creo en ninguno, y por lo tanto configurar mi poder superior me resultaba demasiado abstracto, y en segundo lugar porque no acababa de construir mi propia definición de “comer compulsivamente”, ya que lo mío no consiste siempre en atracones, sino en fluctuar entre distintos desórdenes alimenticios, literalmente, dependiendo de la etapa emocional en que me encuentre.

Me he sentido una loca por completo a lo largo de mi vida, desde luego me he preguntado una y otra vez cómo fue que llegue a tener tan mala relación con la comida, a aterrarme al ir al súper hasta detenerme en un pasillo para respirar, cuando todo a mi alrededor se convierte de pronto en cosas que me agreden: carbohidratos, grasas saturadas, azúcares refinados, edulcorantes, glutamato… Todas sustancias prohibidas, pero ahí detenida, paralizada pienso: “bueno, al final algo tienes que comprar, algo tienes que comer”.

Sólo por Hoy 18

Otros días, en cambio, los más alegres, el peligro acecha de manera silenciosa, pues al relajarse mi habitual estrés hacia la comida, por ejemplo, en una reunión familiar o un viaje, me parece que llego a ser una exagerada y que, dado que tengo periodos en que comer se me dificulta mucho, puedo devorar libremente cuanto quiera, llevándome a un atracón que generalmente ocurre en medio de un paisaje con nubarrones, sin mucha claridad, entre sonrisas y charla, con la mente y el cuerpo distraídos.

TESTIMONIO

COMPARTIMOS TESTIMONIOS SOBRE BULIMIA Y/O ANOREXIA Y CÓMO EL PROGRAMA HA AYUDADO EN LA RECUPERACIÓN