Sé que puedo mentirme y decirme a mí mismo que está bien comer un poco más. Luego vuelvo al ciclo de recaída, remordimiento y compulsión. La obsesión por la comida es el comienzo. De alguna manera, puedo venderme la idea de que puedo comer como otras personas, pero no es verdad. No tengo el mismo control que otras personas "normales". Soy un comedor compulsivo.
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Sólo por Hoy 15
Este programa diario de recuperación, un día a la vez, una comida a la vez ha sido un éxito para mí durante los últimos 10 años. La honestidad, la mente abierta y la voluntad son claves para el éxito. Las reuniones junto con un programa de acción, regalarlo para mantenerlo, son dos herramientas importantes para una feliz recuperación.
Me doy cuenta de que no puedo transmitir algo que no tengo. Me doy cuenta de que sé solo un poco. Dios revelará más a medida que pase el tiempo. Soy un ejemplo imperfecto, pero Dios puede obrar perfectamente a través de personas imperfectas cuando se unen en un esfuerzo común por acercarse a Él. Dondequiera que estemos dos de nosotros juntos, Él es el Tercero Divino.
"Sé que puedo mentirme y decirme que puedo comer un poco más"
Admitir y aceptar son dos cosas diferentes. Puedo admitir que soy un comedor compulsivo, pero se necesita un acto de fe para aceptarlo y pedir ayuda. El teléfono pesa dos mil libras y no puedo levantarlo. Mi orgullo me tiene pegado al sofá. Finalmente, emerge ese grito que proviene de lo más profundo de nuestro ser. Es un grito para que la Gracia y la Misericordia de Dios me ayuden a mí y a muchos otros a medida que tomamos el Camino del Destino Feliz.
Al principio de mi regreso a OA fue una lucha diaria, comida a comida. Las lágrimas se derramaron en mi primer encuentro al regresar con mi esposa a mi lado en busca de apoyo. Nadie me criticó, me rechazó ni me reprendió por mi fracaso constante durante los 20 años de recaída. Al derribar las paredes, pude sentir el apoyo y el amor de OA animándome. Volví a ser un comedor compulsivo en recuperación con el deseo de mantenerme en abstinencia un día a la vez.
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COMPARTIENDO EL CAMINO
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