JUDÍOS DECLARAN LA GUERRA A ALEMANIA JUDÍOS DECLARAN LA GUERRA CONTRA ALEMANIA | Page 85
en Londres. Entonces el nacimiento del ―(…) capitalismo es la victoria
ideológica del judaísmo mesiánico apocalíptico: por su propia naturaleza, esa
ideología debía negar primero y destruir después los fundamentos católicos del
mundo castellano-universal‖ 131 . Por ello, sorprende, en sumo grado, el discurso
del Papa Juan Pablo II en 1997; y, el porqué la Iglesia Católica como Institución
Universal: se haya unido al Proyecto Imperial donde prevalece la hegemonía
del Mito del Holocausto, abiertamente destructora de los valores cristianos 132 .
Lo que significa, además, la satanización de dos culturas muy distintas entre sí:
la germana y la islámica.
La imagen funesta de Alemania, en tanto "pueblo criminal por naturaleza" como
se muestra en la historia oficial, en libros, textos escolares y films fue y es
financiada y utilizada por el judaísmo mesiánico apocalíptico ―…para justificar
las más horrendas acciones criminales del Estado de Israel, cometidas no sólo
en Palestina sino en el mundo entero‖. No existe ninguna justificación histórica
para continuar hablando del "Holocausto", ya que la política alemana respecto
Ibíd. p. 21 - 22 132 El vespertino francés Le Monde (2/3 de noviembre de 1997, p. 3) publicó
un artículo sobre el simposio celebrado en el Vaticano, bajo el título: "Juan Pablo II avanza un
paso más hacia el arrepentimiento con respecto a los judíos. Empieza a reconocer la
especificidad del Holocausto. Por la trascendencia del discurso papal – con el que estamos en
absoluto desacuerdo - se transcribe a continuación un resumen exhaustivo. "El día en que los
polacos comprendan que la 'reina de Polonia' (María) era judía, habrá menos antisemitismo y
un progreso en la teología cristiana". Esta "ocurrencia fuera de lugar" fue recogida en los
pasillos del simposio sobre "Las raíces cristianas del anti judaísmo", por Le Monde. Ello "ilustra
mejor que cualquier discurso la dificultad del examen de conciencia con que la Iglesia católica
está comprometida", comenta Le Monde. Antes de elaborar el documento sobre la shoah
(Holocausto) que el Papa había prometido a los judíos hace 10 años (y que debe entregar
antes de que acabe este milenio), tiene que intentar convencer a su propio equipo de que el
judaísmo y el cristianismo son parte de la misma historia y que el reconocimiento del pueblo
judío como "pueblo elegido" por Dios forma parte de la identidad de cada cristiano. En su
discurso del 31 de octubre (de 1997), el Papa Juan Pablo II invitó a sus fieles (obispos,
teólogos e historiadores) a esa "revolución mental". El simposio se celebró estrictamente a
puerta cerrada, con la exclusión de cualquier representante judío, lo que, como comenta Le
Monde, puede hacer pensar en un retorno a los peores métodos de la Iglesia preconciliar.
"Pero el Papa había deseado que este examen de conciencia se hiciese primero „en familia‟
para recordar lo que los errores de interpretación del Nuevo Testamento han podido acarrear
como estereotipos contra los judíos (calificados como 'pueblo deicida' hasta el Concilio
Vaticano II en los años 60), debilitando así cualquier resistencia ulterior a la persecución de los
judíos, hasta la shoah (Holocausto)". Esta "revisión" de la historia cristiana no es compartida
unánimemente, y si en el simposio de Roma se ha conseguido un consenso, esto se debe
como dijo uno de los participantes- "a que no se había invitado a ningún teólogo conservador o
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