JUDÍOS DECLARAN LA GUERRA A ALEMANIA JUDÍOS DECLARAN LA GUERRA CONTRA ALEMANIA | Page 240

El juez Gray ha tenido que reconocer "la aparente ausencia de evidencias de orificios". Charles Gray, además, admitía su sorpresa: "Tengo que confesar que, en común con la mayoría de la gente, he dado por supuesto que la evidencia del exterminio en masa de los judíos en las cámaras de gas de Auschwitz era convincente. Tengo, sin embargo, que dejar de lado esta idea preconcebida mientras se valora la evidencia aducida por las partes en estos actos". El fracaso de los historiadores-acusadores es aquí flagrante y D. Irving tendría que haber ganado su proceso gracias a esta constatación de un juez que le era hostil: los documentos de la época no nos revelan decididamente más que pocos elementos de pruebas, que sean claras, de la existencia de las cámaras de gas nazis y también de una política alemana de extermino de los judíos. 20. En 2004, un historiador francés, Florent Brayard, publicó una obra titulada: La "solución final de la cuestión judía". La técnica, el tiempo y las categorías de la decisión, Paris, Fayard, 640 p. En 2005, en una reseña de esta obra, pueden leerse las tres frases siguientes: Se sabe que el Führer no redactó, ni firmó una orden de supresión de los judíos, que las decisiones se tomaron en secreto de conversaciones con Himmler, quizá Heydrich y/o Göring. Se supone que, más que una orden explícita, Hitler dio su aprobación a peticiones o proyectos de sus interlocutores. Quizá no la formuló verbalmente él mismo, pero se hacía entender por un silencio o un asentimiento 327 . Sorprende que las conclusiones de supuestos y notables escritores de la versión oficial de la historia, se reduzcan a aventuradas especulaciones fantásticas sobre un hecho tan controversial y que la humanidad entera merezca conocer la verdad. Sin una pizca de indicio y pudor afirmar que Hitler no daba una orden verbal y quizá se hacía entender "por un silencio o un asentimiento", es patraña, no historia. Con toda razón Faurisson – hombre siempre prudente en sus declaraciones y en todo lo que escribe – afirma: “Nunca un universitario de convicción anti-revisionista se ha mostrado más 327 TERNON Yves, Revue d'histoire de la Shoah, Julio-Diciembre 2005, p. 537. 240