JUDÍOS DECLARAN LA GUERRA A ALEMANIA JUDÍOS DECLARAN LA GUERRA CONTRA ALEMANIA | Page 181

conjuntamente con las de otros testigos, en noviembre de 1944, por el World Refugee Board (WBR), una organización fundada bajo el auspicio del Ministro de Finanzas de los EE.UU., Henry Morgenthau, de origen judío. En ese informe del WRB se basaron los fiscales de Núremberg y ahí se halla el origen de la imagen que hoy en día tenemos de Auschwitz. En un párrafo de su libro Cannot Forgive (Bantam, Toronto, 1964, p. 10 a 13), que citamos a continuación, Vrba hace el relato de una visita de Himmler en Auschwitz en enero de 1943, En esa oportunidad habría sido inaugurado un nuevo crematorio en Birkenau con el gaseo de 3.000 judíos 259 . Nota aclaratoria: Himmler estuvo por última vez en Auschwitz en julio de 1942 y el primer crematorio de Birkenau entró en funcionamiento en marzo de 1943. Vrba, “importantísimo” testigo principal del holocausto, testifica: ―Heinrich Himmler visitó el campo de Auschwitz una vez en enero de 1943. Debía presenciar la primera matanza en masa del mundo practicada a escala industrial, al estilo de la cinta transportadora, y participar en la inauguración del flamante juguete del comandante del campo, Höss: su crematorio. Era sin lugar a dudas algo grandioso. 100 yardas de longitud, 50 yardas de anchura, con 15 hornos crematorios, cada uno capaz de cremar tres cadáveres en 20 minutos simultáneamente, un monumento de hormigón armado a su constructor, el señor Walter Dejaco... Él (Himmler) vio efectivamente una demostración impresionante, afectada únicamente por un atraso en el horario que hubiese causado disgusto en cualquier estación de ferrocarril en Alemania. El comandante Höss, ansioso por poner a prueba la eficiencia de su nuevo juguete, había hecho llegar un transporte extraordinario de 3.000 judíos polacos destinados a ser aniquilados por el método alemán moderno. Aquella mañana Himmler llegó a las ocho y el show debía empezar una hora mas tarde. A las nueve menos cuarto las nuevas cámaras de gas con su simulacro de duchas y sus carteles que rezaban ―Cuidar la limpieza‖ o ―Mantener la tranquilidad‖, etc., estaban atestadas de gente. Las guardias de 259 Ibíd. 181