JUDÍOS DECLARAN LA GUERRA A ALEMANIA JUDÍOS DECLARAN LA GUERRA CONTRA ALEMANIA | Page 113
Hirsch, de un gigantesco asentamiento de colonos judíos, cuyo objetivo era
bien concreto: ―así como la letra A conduce a la Z, así la Argentina era
presentada por la propaganda de la Jewish Colonization Association – fundada
el 24 de agosto del año 1891 – como la ―TIERRA PROMETIDA‖ 196 .
Tierra prometida que en la última década del siglo XX, es brutalmente agredida
por el Estado de Israel, por la comunidad judía y sus instituciones que fueron
acogidas y apoyadas con todo el espíritu solidario de los argentinos. Ceresole
dirá al respecto: La "cuestión judía" en la Argentina, entendida como núcleo y
síntesis final de todas sus crisis, no se produce en un supuesto "antisemitismo"
situado en su colectividad, sino en crímenes puntuales realizadas por una
congregación nacional, étnica y religiosa foránea, instalada en su seno. ―La
comunidad judía residente en la Argentina es un cuerpo extraño, con lealtades
esencialmente diferentes a la de las "gentes de la tierra". Es un factor agresivo
para todo lo que es argentino‖.
El patronímico “Crisol de razas”, fue el principio sobre el que se fundamentó
toda la historia argentina, desde los años 80 del siglo XIX. Este "modelo
argentino" fue comprendido como coexistencia de razas y de culturas
diferentes en un mismo espacio territorial, que se fueron incorporando - a partir
de periódicos procesos inmigratorios - al pedestal demográfico ancestral de raíz
hispano-criolla. Todo este “crisol de razas” atesorado a lo largo de la historia
argentina, fue inexorablemente herido, según la hipótesis que sustenta
Ceresole, por una de las culturas raciales que aparentemente se había
asimilado a la sociedad argentina.
Concurrieron dos actos perversos que transcurren en el tiempo, sin solución de
continuidad. Los atentados terroristas y el encubrimiento: es decir la
falsificación de la realidad inmediata y automática de esas agresiones, son
también dos momentos de un mismo acto criminal ―En el primer acto de la
secuencia criminal -los dos atentados terroristas propiamente dichos-participa
sólo el fundamentalismo judío (…); en el segundo, el propio Estado de Israel y,
por ósmosis y principios básicos de lealtad, la práctica totalidad de la
comunidad judía internacional y de la comunidad judía residente en la
113