JJO Buenos Aires 2018 I | Page 10

Al pensar en los Juegos Olímpicos, en sus medallistas específicamente, solemos verlos casi como héroes, tras haber completado tales hazañas y haber sido los mejores en eso. En sus países de origen se los celebra, y a quienes sobresalen en sus deportes, se los recuerda por mucho tiempo. Parece casi indiscutible que esto suceda ya que estos deportistas son un orgullo nacional.

Sin embargo, hubo un caso en que este hábito no se realizó. El triunfo de Peter Norman fue eliminado de la historia de Australia (su país natal) y el resto del mundo por un acto fuera de lo establecido por las normas sociales del mundo en esa época.

Peter Norman participó en los Juegos Olímpicos de 1968 en las carreras de 100 y 200 metros; en la de 200, consiguió la medalla de plata y el tiempo récord en esa disciplina olímpica realizado por un australiano, el cual, por cierto, no se ha vuelto a romper. Si Norman fue tan importante, tanto así que en su tierra natal no ha habido nadie que lo supere, ¿por qué no se le da el reconocimiento que se merece?

La respuesta yace en la entrega de medallas de la carrera de 200 metros de los JJOO de 1968. Cuando subieron al podio, los ganadores del oro y bronce, los afroamericanos Tommie Smith y John Carlos, alzaron un puño mientras llevaban puestos cada uno un guante negro, además, y junto a la medalla de plata, Peter Norman, llevaban puesto en sus ropas un símbolo de la lucha por los derechos humanos. Todo esto era parte del simbolismo del “black power”, el cual el comité olímpico tomó como una ofensa por ser un gesto político, ya que viola el carácter apolítico de los JJOO, por lo cual no se les dejó participar a ninguno de los tres en ninguna de las celebraciones de este evento posteriores. Al volver a su tierra natal, Norman (y los otros ganadores) y su familia comenzaron a recibir amenazas de muerte, sumado a una imposibilidad de conseguir trabajo.

Al participar de este saludo y apoyar en silencio esa causa por los derechos humanos, Peter Norman quedó en el olvido forzado. Australia a principios del siglo XX mantuvo unas políticas extremadamente discriminatorias; aunque en el ‘68 fueron abolidas, los comportamientos y la exclusión perduraron. La actitud de Norman iba completamente en contra de la ideología en su nación, y, como expresa más adelante, él mismo rechaza esas medidas. Consecuentemente, las autoridades australianas para los Juegos Olímpicos lo reprendieron y le negaron la participación en los siguientes Juegos a pesar de haber calificado numerosas veces con excelentes tiempos.

Asimismo, Norman también fue ignorado por la misma sociedad que lo había apoyado en el ‘68. Nadie hablaba del “pequeño” hombre blanco que aparecía en la famosa fotografía del Black Power Salute; algunos hasta lo pensaban equivocadamente como simpatizante del grupo contra el que se revelaban los afroamericanos. En Estados Unidos (en la comunidad afroamericana, cabe aclarar), los héroes eran Smith y Carlos, pero Norman era un colado, otro blanquito más (ni siquiera se lo incluyó en el monumento al Saludo, con su pedestal vacío, marcando irónicamente su exclusión).

De esta manera, Peter Norman fue olvidado por ambos “bandos”, negado de sus logros e ignorado su acto de compañerismo. Lo que nos lleva a pensar, ¿cuál fue el factor causante de esta repulsión hacia Norman? A los ojos de los australianos, ¿fue por apoyar a quienes no consideraban parte de su sociedad por su color de piel y cultura? ¿Y de los afroamericanos, fue por pertenecer a la cultura opresora, por ser blanco? Si fueron esas las razones, entonces, ¿de dónde surgieron esas diferenciaciones?

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Biopoder y racismo

el ostracismo de Peter Norman