Jesús O El Srecreto Mortal de los Templarios | Page 287

con tres hermanos . Los Capelos con Luis X El Obstinado , Felipe V el Largo y Carlos IV el Hermoso . Los Valois con Francisco II , Carlos IX y Enrique III . Los Borbones con Luis XVI , Luis XVIII y Carlos X . La Jacquerie de 1358 preludiaría la Revolución jacobina de 1789 ; Los Jacques ( Jaimes ), conducidos por Jacques Bonhomme , vengarían un día a Jaime ( Jacques ) de Molay . Y de esa torre del Templo donde fueron « interrogados » los jefes de la Orden , es de donde , una mañana de enero de 1793 , partiría el vigésimo segundo sucesor de Felipe el Hermoso hacia su último viaje .
Y así , por un extraño misterio del verbo , el destino , obsesivo y monótono , hizo resonar incesantemente a lo largo de la historia de Francia el nombre del último gran maestre de los Templarios ...
La abolición de la Orden fue decidida por el Concilio de Vienne , en el valle del Ródano , en el año 1311 . Y exactamente cinco siglos más tarde , en 1811 , la fortaleza del Temple , en París , fue arrasada .
¿ De qué habría sido ésta testigo ? ¿ Había caído un nuevo velo sobre el mortal secreto que guardaba desde el 11 de marzo de 1314 ?
Durante mucho tiempo se contó una leyenda . Decía que cada año , en la noche en que había sido decretada la abolición de la Orden , un espectro vestido con el manto blanco que llevaba la cruz roja grabada , armado con su escudo « plata y sable » y con su lanza , se aparecía a medianoche en la cripta del Templo , en París . Y entonces se oía una voz sepulcral que preguntaba : «—¿ Quién quiere liberar Jerusalén ? »— Nadie — respondía el eco a través de las columnas de la cripta —. Porque el Templo ha sido destruido ...»
5 de febrero de 1967-26 de febrero de 1970
NOTA
El lector no habrá dejado de observar la repetición de un cierto número de citas de escrituras o de traducciones de términos . Pero el autor así lo ha considerado necesario . En efecto , durante más de quince siglos un verdadero « lavado de cerebro » dogmático ha impregnado , a las buenas o a las malas , el psiquismo hereditario del hombre occidental , y a menudo , sin que éste se diera cuenta , lo ha vuelto más o menos refractario a la crítica , e incluso a la lógica más evidente . ¡ El propio autor reconoce no haber escapado a él antaño ! Por eso en esta obra ha creído necesario subrayar ciertos textos esenciales , repitiéndolos . Y pide excusas por ello al lector .
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