sectas cristianas llamadas encratistas : tatianistas , encratistas , continentes , severianos , apotácticos , sacóforos , etc ., sectas caracterizadas por el horror al matrimonio y a la procreación . Encontramos un eco de ellas en la exaltación de la castidad y de la continencia común a todo el conjunto de la corriente patrística .
A esas sectas cristianas se opondrían otras sectas asimismo cristianas , y a las que se clasificaría bajo el nombre general de gnósticos licenciosos : carpocratianos , nicolaítas , barbelitas , etc . Estos últimos serían los que justificarían la acusación de inmoralidad y de prácticas orgiásticas que escandalizaron tanto a los padres de la Iglesia oficial como a los autores latinos , como Cornelius Pronto .
Pues bien , esas prácticas licenciosas estuvieron muy extendidas . Veamos algunas citas que darán luz al lector :
« Tras una larga comida , cuando los vinos con los que se han embriagado comienzan a excitar en ellos los fuegos del desenfreno ... las antorchas caídas se apagan . Entonces , libres de la importuna luz , se unen al azar , en medio de las tinieblas , en escandalosos enlaces ...» ( Minutius Félix , Octavius , VIII-IX .)
San Pablo evoca con embarazo esos « ágapes » especiales en su Primera Epístola a los Corintios ( 11,17 ).
« Entre vosotros , el ágape proporciona a vuestros jóvenes la ocasión de acostarse con cristianas ...» ( Tertuliano , De Jejuniis , 17 .)
« Muchas de ellas deberán pasar después por la abonadora ...» ( Tertuliano , De virginibus velandis , XIV .)
La sodomía entre hombre y mujer no era desconocida en esos medios . San Cipriano la estigmatiza :
« No hay , entre esas hermanas , ninguna que pueda ser defendida ni que pueda probar que es virgen , pues aunque se la reconociera como tal en las partes comunes a las mujeres , pudo haber pecado en otras partes del cuerpo ...» ( Cipriano , Epístolas .)
Orígenes el Impuro ( a quien no hay que confundir con Orígenes Adamanteus , el « gran Orígenes ») y sus discípulos enseñaban la legalidad « religiosa » de la sodomía entre esposos , a fin de evitar el riesgo de procreación , a causa de la cual un alma se hundía en la Materia . ¡ Era la aplicación de esos principios , llevada al límite más extremo ! Y Pablo , horrorizado , estigmatizará semejantes costumbres :
« Es ya público que entre vosotros reina la impudicia , ¡ y una impudicia tal , que no se encuentra ni entre los paganos ! Hasta el punto de poseer uno de vosotros la mujer de su padre ...» ( Pablo , Primera Epístola a los Corintios , 5,1 .)
Como las ceremonias de vigilias tenían lugar en locales muy mal iluminados , por la noche , san Jerónimo conjura a las jóvenes a que no se alejen de su madre ni a la distancia de una uña : «... transver-sum unguen ...» ( Jerónimo , Ad Loetam , De institutionefiliae .)
« La mayor ocupación de ciertos clérigos consiste en procurarse di-
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