trata sobre el Mithra occidental data del siglo v después de Cristo . Por lo tanto , ese dios reinó en el corazón de sus fieles durante mil novecientos años . Su desaparición coincidió con las medidas adoptadas por los emperadores cristianos a instigación de los padres de la Iglesia contra todo lo que no era cristiano , y cristiano ortodoxo . Pitagóricos , platónicos , gnósticos , seguidores de las diversas ramas cristianas independientes trabaron entonces conocimiento con la tolerancia mesianista y cristiana .
Mithra era , en efecto , el dios de las legiones . Esta religión , importada ya en el año 181 antes de nuestra era al corazón mismo de Roma , obtuvo el favor imperial . Cómodo , Diocleciano , Galerio , Licino , Juliano , Aureliano , fueron fervientes seguidores de Mithra .
Es posible que Nerón , nacido el 25 de diciembre , el mismo día que se festejaba el nacimiento de Mithra , fuera uno de los primeros emperadores que le rindieron culto .
Pues bien , Mithra nace en una gruta , unos pastores asisten a su nacimiento , es el arquero divino , que traspasa con sus flechas á las entidades del Mal . En la Cena de los seguidores de Mithra se descubre esta sorprendente frase :
« El que no coma de mi cuerpo y beba de mi sangre de modo que se confunda conmigo y yo con él , no obtendrá la Salvación ...» ( Citado por Martín Vermaseren : Mithra , pág . 86 .) Y se dice que Jesús declaró , durante la suya : « El que no coma de mi cuerpo y beba de mi sangre , no tendrá la vida eterna ...» ( Juan , 6,53-54 .)
Cuando los cristianos descubrieron el texto de la liturgia de Mithra , se enfurecieron . Tertuliano , fuera de sí , afirmaría que eso era obra del Demonio , que , mil años antes , había parodiado la Cena para desvalorizar las palabras de Jesús .
Exactamente igual que en el caso de este último , a Mithra también le adoran inicialmente los Magos , en Oriente . Éstos lo hacen en su función de sacerdotes de la religión de Zoroastro , uno de cuyos aspectos es precisamente el culto a Mithra . Cuando Mithra asciende al Cielo , ocupa su lugar al lado de su padre . Aura Mazda , y éste declarará que « orar a Mithra es orar a Aura Mazda ».
Que el lector compare esas palabras con : « Que todos honren al Hijo como honran al Padre ...» ( Juan , 5 , 23 ), y con : « El Padre ha entregado al Hijo todo el poder de juzgar ...» ( Juan , 5 , 22 ). La analogía es evidente .
Es imposible no admitir las interferencias del culto a Mithra en el cristianismo . Pero mientras el de Adonis pudo , stricto sensu , impre-
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