raba todo cuanto se le decía sobre la supuesta adoración ritual de un gato negro , o sobre una misteriosa « cabeza » en un relicario de plata . Pero en cuanto a renegar de la divinidad de Jesús , ha confesado , es más , incluso ha proporcionado detalles :
« Después de haberme recibido e impuesto el manto , me trajeron una cruz en la que había una imagen de Jesucristo . El hermano Amaury me dijo que no creyera en aquel cuya imagen estaba representada allí , ya que era un falso profeta , no era Dios ...»
El comendador que imponía semejante abjuración al joven Godofredo de Chamay , futuro comendador de Normandía , se llamaba Amaury de la Roche , y era el amigo y favorito de san Luis ...
Esta confesión de Godofredo de Charnay confirmaba la de otro caballero templario . A este otro , el comendador que acababa de proceder a su recepción le había asegurado , al verle retroceder horrorizado :
« No temas nada , hijo . Éste no es el Señor , no es Dios , es un falso profeta ...» Muchas otras confesiones parecidas completaron el expediente . En una de las obras más completas que se hayan consagrado a este proceso , M . Lavocat resume las preguntas formuladas a los templarios por los inquisidores , tal como aparecen en el propio expediente :
« Uno se encontraba frente a conclusiones de inculpación y de información ya establecidas ( sistema demasiado cómodo ), elaboradas por unos juristas versados en la ciencia de las herejías infligidas a la Iglesia . Los prelados instructores estaban encargados de investigar si los Templarios eran gnósticos y docetas , o , lo que era peor , maniqueos , de los que dividían a Cristo en un Cristo superior y un Cristo inferior , terrestre , pasible , partidista , vivo y cautivo en la Materia , cuya Organización él constituía . ¿ Formarían parte de aquellas antiguas sectas llamadas libertinas de los gnósticos carpo-cratianos , nicolaístas y maniqueos ?
»¿ Habrían abrazado la religión de Mahoma ( como pretendía la Chronique de Saint- Denys )? Quedaba todavía un punto por examinar , pero difícil de conciliar con los otros . ¿ Los hermanos del Templo consideraban a Jesús como un falso profeta , como un criminal de derecho común , que habría sido condenado y ejecutado por sus crímenes ? De confirmarse esta última hipótesis , los Templarios se habrían sumado al número de los asesinos de Jesús , a quien crucificaban por segunda vez , como lo había escrito Felipe el Hermoso » ( Op . cit .)
En estas últimas preguntas , los inquisidores demostraban estar perfectamente informados . Cien años antes , los interrogatorios a los « perfectos » cataros les habían revelado un secreto que siempre , hasta entonces , habían ignorado , puesto que era secreto de la Iglesia , únicamente conocido por sus más altos dignatarios : la revelación del verdadero rostro de Jesús en la Historia . Ese rostro había sido registrado en los archivos del Imperio romano . Y después de Constantino los
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