salida hacia Toro), la calle de la Rúa (que introducía dentro del recinto amurallado del barrio antiguo), y la calle
de Alabarderos (que proporcionaba su salida a la Puerta
de San Pablo). En el mercado de la Plaza de San Martín
inicialmente se vendían hortalizas, aceite, carnes, frutas,
pescados, etc. Cada uno de los productos tenía asignado
un lugar para su comercialización en la plaza, previamente estipulado. Algunos de los gremios establecidos en la
época daban nombres a algunas calles y posiciones.13 Por
ejemplo: la línea de carboneros (en la actualidad la plaza
del mercado y del poeta Iglesias), la línea de carniceros
(actual Pabellón Real), la de lenceros que se encontraba
cerca de la parroquia de San Martín. Esta situación privilegiada de comercios se encontró así definida hasta mediados del siglo XVII.14 La disposición especializada de
los vendedores de la Plaza de San Martín hizo que poco a
poco se dividiera en diversos sectores.2
Los mercaderes de la plaza tenían allí, no sólo sus puestos, sino también las viviendas. Estos mercados poco a
poco se iban extendiendo por la ciudad con la llegada de
los estudiantes a los diversos colegios y los que asistían a
clases de la Universidad. La importancia de la plaza se ve
reflejada en el traslado del Concejo de la ciudad desde la
plaza del Azogue Nuevo (que estaba más o menos donde
ahora está la Clerecía) a la Plaza de San Martín en el siglo
XV. Lugar este de la Casa Consistorial donde el reloj
marcaba oficialmente las horas de la ciudad. Estos movimientos dan muestra de que la plaza de San Martín era la
Plaza Mayor de Salamanca a finales del siglo XV, comienzos del XVI.1 El emplazamiento de la Casa Consistorial no variará desde entonces, permaneciendo en la cabecera de la Plaza.