ciando así su historia como lugar urbanístico propio e
identificativo de la ciudad.
La literatura española posee numerosas alusiones a la Plaza Mayor de Salamanca y de su entorno, donde se encuentran descripciones destacadas como la del escritor
bilbaíno Miguel de Unamuno.6 7 La evolución de la plaza, tras su construcción, pasó por diversas épocas de
transformación en su mobiliario. Se diseñaron e hicieron
para su adorno jardines en su centro, farolas, quioscos.
Hubo tráfico rodado que, finalmente, fue suprimido en los
años setenta. En el año 1935 fue declarada la Plaza un
Monumento Nacional por ser la más decorada, proporcionada y armónica de todas las de su época. Asimismo, en
1973 fue considerada Monumento Histórico-Artístico.8
La plaza cumplió su 250 aniversario en los albores del siglo XXI.