inicios de su construcción, un espacio público, un nudo de
comunicaciones y lugar de paso, de reivindicación política y social, un mercado y espacio lúdico donde se han celebrado corridas de toros y fiestas barrocas así como festejos populares.5
El diseño de la Plaza se asigna, en su primera etapa, al arquitecto madrileño Alberto de Churriguera (encargado de
diseñar y dirigir la obra de los dos primeros lienzos), y el
Concejo de la ciudad financia completamente la obra.
La Plaza se construye siguiendo el modelo de otras plazas
de ciudades españolas como la Plaza Mayor de Madrid
(1617-1621), la del Ochavo de Valladolid (1561), la del
Cuadrado de Córdoba (1683). Se edifican los pabellones
siguiendo tres fases de obra bien diferenciadas a lo largo
de un cuarto de siglo. La primera fase aborda sucesivamente dos pabellones: El Real y el de San Martín (durante
el periodo: 1729-1735), sigue un periodo de quince años
de interrupción de la obra debido a los litigios habidos entre los dueños de las casas y del Ayuntamiento en la construcción del Pabellón de Petrineros y del Consistorial (durante el periodo: 1735-1750). En la segunda fase se construye la Casa Consistorial y su fachada (1750-1756) a
cargo del arquitecto gallego Juan García Berruguilla. y
por otro lado se completa el cierre de la Plaza. La Casa
Consitorial quedó arquitectónicamente incompleta, siendo
construida posteriormente la espadaña de su fachada un
siglo después (en 1852). Tras su ejecución y fin de las
obras, el 29 de abril de 1755, la "Antigua" plaza de San
Martín se escindió en tres espacios separados: la "Nueva
Plaza Mayor", la del Mercado (antes denominada del
Carbón)