JESUS GONZALEZ ROSADO Marzo 2015 | Page 15

cución sería de 726 000 reales (247 000 reales en posesión de la ciudad y 480 000 reales recaudables desglosados por año), el tiempo empleado en la construcción de la plaza estimado era de seis años. Con ello el erario real quería evitar costes futuros debido a la construcción de la Plaza, derivados de la imposibilidad de que la ciudad no los pudiera costear. La provisión real de Felipe V se firma en Madrid el 12 de enero de 1729. La provisión real, aunque concedía licencia para la construcción de dos lienzos de la plaza, se negaba a conceder ayuda económica real, condonar u ofrecer moratoria en caso de impagos. Siendo la construcción de la Plaza una labor de la ciudad y de sus habitantes. A la llegada de la provisión, Rodrigo de Llanes el 25 de agosto de 1729 acude al maestro mayor de la Catedral Nueva de Salamanca: Alberto Churriguera y le solicita un estudio inicial. Desde el 12 de enero, se pregonó la obra por las calles de Salamanca durante un plazo de dos semanas, no habiendo constructor que se hiciese cargo de la obra bajo el presupuesto anunciado. Rodrigo Caballero con el objeto de facilitar y aclarar el proceso de contrata, redactó un minucioso reglamento por el cual deberían iniciarse las obras.