Jaque Mate en Tel Aviv TEASER | Page 16

16 Pedro Fernández de Retana
— Entendido , en media hora llegaré . Pensaba disfrutar de la tranquilidad del Yom Kipur , pero ya veo que , en este país , hacer planes es tarea imposible — responde , soñoliento , Yaron .
Su esposa Livya , alterada por la llamada , se ha despertado bruscamente . La conoció cuando tenía dieciocho años . Ella era soldado y él un cadete que aprendía a volar en una avioneta Piper . Livya dejó el fusil y se hizo maestra y ahora Yaron es piloto de un cazabombardero Douglas A4 .
— Cariño , ¿ qué sucede ? — se interesa ella .
— No te preocupes , tengo que ir corriendo a la base . Los de Inteligencia llevan toda la semana nerviosos , piensan que los egipcios van a atacarnos de un momento a otro . Seguro que es una simple amenaza sin la mayor transcendencia . Procuraré no volver tarde y luego daremos un paseo con el niño .
— Ten mucho cuidado , ya sabes que te quiero . — Livya le desea suerte con un beso a su marido , un gesto de amor y temor .
Yaron se pone el uniforme , el arma reglamentaria al cinto y , con la gorra en la mano , acaricia la mejilla del pequeño Asher , que duerme plácidamente . Se encuentran desiertas las calles de Haifa , la ciudad a cuyo puerto , en la primera mitad del siglo XX , llegaron miles de judíos para repoblar la Tierra Prometida que consideraban su hogar .
Desde Bat Galim , el barrio marinero , hasta el aeródromo de Ramat David hay unos treinta kilómetros de buena carretera , sin circulación en el sábado sagrado , lo que le permite a Yaron exprimir a fondo el motor de su Volkswagen Escarabajo . Paradojas de la vida , el mismo coche que bendijo Hitler en persona es uno de los modelos más vendidos en Israel . En la radio del