Jaque Mate en Tel Aviv 23
que las unidades de choque estén preparadas , pero bajo ningún concepto atacarán antes de que los árabes disparen el primer tiro . Golda Meir reza con la esperanza de no haberse equivocado en su prudente decisión . Su tibieza puede costar miles de víctimas , algo de lo que en pocas horas se arrepentirá y que le pesará sobre la conciencia durante el resto de su existencia .
En el aeródromo de Ramat David , Yaron Egger se ha vestido con su traje verde de piloto y atiende en torno a un mapa las instrucciones de su jefe . Pertenece al Escuadrón 110 , conocido como el de los Caballeros del Norte , y el barracón que los cobija luce en el frontispicio el escudo del grupo , un águila blanca con una bomba en sus garras sobre fondo azul . La montura de estos Caballeros del Norte es un Douglas A4 Skyhawk , cazabombardero monomotor de fabricación estadounidense , maniobrero y duro , pensado para el ataque a suelo , pero carente de la velocidad supersónica de los MIG 21 sirios . A los aviadores del 110 les corroe la envidia al ver a sus compañeros del Escuadrón 69 con sus poderosos Phantom , capaces de volar dos veces más rápidos que el sonido . Yaron , en menos de un año , estará al mando de uno de ellos ; en enero comenzará el curso de adaptación al mejor avión de la Fuerza Aérea israelí , un reto profesional al que solo acceden los llamados « pata negra ».
— Vamos a destruir todos los aviones que estén estacionados en el aeropuerto de Damasco a la vez que machacaremos las pistas , hangares y los refugios de la base — explica el mayor Sahul Hetz frente a un plano —. Los escuadrones despegarán a mediodía , con intervalos de cinco minutos . Volaremos en silencio total de radio y cada grupo irá directo hacia su objetivo . Nosotros seremos los primeros en salir y nos seguirá el resto .