JAMMEL MARKETING | Page 22

Por Jonatan Marcos Loidi Quienes trabajamos en la desafiante tarea de fijar precios, sabemos que una de las cuestiones más complicadas es la determinación de los costos, en especial, como estos se comportan a lo largo del tiempo y según el nivel de ventas o producción. Los vendedores quieren vender y está muy bien. Quienes trabajan en el área de producción quieren lograr la mayor eficiencia y productividad, lo cual está perfecto. Los encargados de las finanzas quieren que las cuentas cierren y eso es fundamental. Todo esto está muy bien, pero alguien debe lograr que todos cumplan sus objetivos trabajando en pos del éxito de la empresa y en especial de los accionistas. Esa persona, no es ni más ni menos que el encargado de llevar adelante la fijación de precios. Esta persona debe tener una visión globalizadora, para compatibilizar cuestiones cuantitativas y cualitativas. Hace unos años me encontré de casualidad con un libro escrito por Shlomo Maital, llamado "Precio, coste y valor". En él había un caso que nunca pude olvidar y que es infaltable en cualquiera de mis cursos. Aquí un resumen que creo aportara más luz a las cuestiones antes planteadas. En 1955, el fundador de Sony, Akio Morita, llevó el prototipo de una pequeña y practica radio de transistores a Estados Unidos. Ya todos sabemos lo que es Sony hoy en día, pero en ese entonces, era tan solo una incipiente empresa que tímidamente daba sus primeros pasos. "Me di cuenta que Estados Unidos era un mercado natural", razonaba Morita. Puede que fuese el único mercado de verdad. En aquella época. EEUU representaba más de la mitad de la renta mundial y era prácticamente el único mercado importante del mundo. Morita se llevó su pequeña radio de 29,95 dólares a Nueva York, que en aquella época tenía más de veinte emisoras de radio. Inicialmente mostró la radio a Bulova, gran empresa de relojes y aparatos electrodomésticos. La respuesta del gerente de compras fue "queremos unas cuantas de estas, compraremos…100.000 unidades". "Me quede petrificado", escribió Morita. Era un pedido increíble, por un valor que era varias veces el capital total de Sony en ese momento. Pero había una condición, dijo el comprador de Bulova. Era necesario poner la marca Bulova en la radio. Sony se convertiría entonces en un fabricante de equipos para terceros. Morita no acepto la oferta. "Le aseguro que dentro de 50 años me empresa será tan famosa como la suya" argumentó el ejecutivo japonés. Morita prosiguió sus visitas. UTEPSA – Guía MAAP CODIGO: PO-PRE-002-1 - VER: 3 - VIGENTE: 19-05-2016 22