jalisco revista digital | Page 20

Jalisco Con sabor a México “Se enamora por el estomago”, dice un viejo dicho. El estado de Jalisco tiene una cocina muy peculiar, en la que a través del tiempo se ha hecho tradición degustar de esos sabores tan reconocidos por sus olores como el que ofrece beber agua en un jarrito de barro, por ello es muy común casi en la mayoría de los municipios jaliscienses ver los suculentos platillos de: Birria tatemada, pozole rojo, sopes con carne de cerdo, enchiladas rojas, carnitas de cerdo, pollo al carbón, cabrito, tacos, pipián, barbacoa, tamales y mariscos. Algunos alimentos indígenas eran el guajolote, el venado, palomo, codornices, gallina de tierra, liebres, maíz, frutas y cacao; mientras que los alimentos españoles eran la res, el cerdo, el arroz, el garbanzo, entre otros. La legendaria tradición de la gastronomía jalisciense radica en la conjugación de los secretos del pasado indígena y la aportación de los diversos grupos migrantes durante la Colonia. Mientras que en el siglo XVI comenzó la fusión de la cocina española con la local. La cocina tradicional tiene sus orígenes en la época prehispánica que sobrevivió a los 300 años del Virreinato y persiste aún hasta nuestros días, preparada por amas de casa o cocineras que poseen antiguas recetas, secretos culinarios y la sazón personal que da ese sabor inigualable a los platillos. Los españoles empezaron a descubrir la comida local ya que acudían a los tianguis y la convivencia con los indígenas fue inminente. Los indígenas comenzaron a trabajar con los españoles o criollos quienes traían y consumían productos españoles. Entre los platillos más representativos de la entidad están el pozole, las carnes en su jugo, la birria, las pacholas, las tortas ahogadas, mariagorda, las tostadas de pata, el birote salado, la cauchala, los lonches bañados, tepache, el agua de lima y muchos más.