Académicas: Desmejoran sus calificaciones, se rehúsan a asistir al colegio, o se les dificulta concentrarse en clases.
Una de las mejores, pero también más retadoras formas de ayudar a tu hijo a sobrellevar el estrés es conversarlo. Si observas a tu hijo preocupado o ansioso; si notas un cambio en su comportamiento o algún otro síntoma, sería bueno preguntarle qué está pasando por su cabeza en ese momento. Discutirlo a tiempo puede sacar a relucir situaciones que lo estén desafiando, lo cual ayudaría al resto de la familia a entender mejor qué le ocurre y así desviarle cualquier tensión que lo esté afectando.
Hablar sobre el estrés puede ser difícil y extraño para padres e hijos, a continuación algunas recomendaciones:
Haz preguntas específicas. En vez de “¿Qué tienes?” o “¿Qué te pasó?”, pregúntales con mayor exactitud, “¿Cómo te va con la maestra en el colegio?” o “Cuéntame, ¿cómo te va con Suzie en el recreo?”
No fuerces la conversación. Si los niños se resisten a discutir qué los está molestando, recuérdales que estas allí para escucharlos y que les preguntarás luego. Para comenzar, podrías decirles “comprendo que puede ser difícil hablar de esto, así que lo intentaré de nuevo más tarde”. El momento de ir a dormir o un paseo en auto, pueden ser una buena oportunidad para que conversen y se abran contigo.
No los juzgues. Reaccionar de forma negativa a lo que los niños te cuentan puede resultarles incómodo e incluso herirlos, en consecuencia, evitarán confiarte sus sentimientos.
Bien sea que tus hijos muestren estrés portándose mal o lo escondan, puedes aprender a ayudarlos a manejar situaciones desafiantes. Estén pendientes de la segunda parte de “Como Ayudar a los Niños a Manejar el Estrés”, que ofrecerá herramientas adicionales para ayudar a tus hijos a controlar el estrés y la ansiedad.
La Doctora Rebecca Rialon Berry, PhD, es licenciada en Psicología y profesora de asistencia clínica del Departamento de Psiquiatría para Niños y Adolescentes en el NYU Langone Medical Center. Tiene una experiencia vasta en la evaluación y tratamiento de desórdenes de ansiedad primaria; desórdenes obsesivo-compulsivo; ADHD, y desórdenes en el comportamiento disruptivo de los niños, adolescentes, y jóvenes adultos. La Doctora Berry, que recibió su PhD en Psicología en la Universidad de Columbia, se especializa en proveer tratamientos clínicamente comprobados, incluyendo terapias de comportamiento cognitivo; terapias para revertir el hábito, y entrenamiento conductual para los padres. Realizó una pasantía en Psicología Clínica en el Lucile Packard Children’s Hopital en Stanford y estudios postdoctorales en el Departamento de Psiquiatría y Ciencias Conductuales, de la Escuela de Medicina de la Universidad de Stanford.
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