EVOLUCIÓN
�En España, la Ley General de Educación inauguró un modelo de evaluación por objetivos a través de la evaluación continua, derivada del conductismo, en el que el proceso de enseñanza se orientaba hacia la consecución de conductas observables. �Bloom, Hastings y Madaus, en 1971, aplicaron el concepto de evaluación formativa a la evaluación de alumnos. �Hacia 1973 la evaluación adquirió el contenido suficiente como para ser considerada materia específica y profesión diferenciada de las demás, constituyendo la época del profesionalismo. El servicio evaluativo adquirió el rango de especialidad y empezaron a surgir publicaciones monográficas. �Se publicaron numerosos libros y monografías sobre la evaluación y se ofrecieron cursos en instituciones y en universidades. Cronbach, profundizando en el concepto de evaluación formativa de Scriven, afirmó que la evaluación debe usarse siempre en un sentido formativo, incluso cuando se ocupa de medir resultados. �El biólogo norteamericano Stephen Jay Gould hace un duro alegato contra las pruebas de inteligencia y sostiene que no tienen valor científico. �Los modelos evaluativos empleados se pueden agrupar de la siguiente manera:
• Los que hacen referencia a una evaluación cuantitativa o experimental.