PREFACIO A LA CUARTA EDICIÓN, POR WARREN E. BUFFETT
No obstante, su tercer imperativo, la generosidad, fue el terreno en
el que tuvo más éxito que en ningún otro. Para mí Ben era mi profesor,
mi empresario y mi amigo. En cada una de esas facetas, al igual que con
todos sus estudiantes, empleados y amigos, hizo gala de una generosidad
absoluta, sin fin, sin llevar la cuenta, en el terreno de las ideas, el tiempo
y el espíritu. Cuando hacía falta claridad de pensamiento, no había mejor
sitio al que acudir. Cuando se necesitaba asesoramiento o una palabra de
ánimo, Ben siempre estaba allí.
Walter Lippmann habló en una ocasión de los hombres que
plantan árboles bajo los cuales se sientan otros hombres. Ben Graham
era uno de esos hombres.
Reimpresión de Financial Analysts Joumal, noviembre - diciembre de 1976.
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