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COMENTARIO AL CAPÍTULO 1
Limitarse a hacer « lo que funciona »
En 1996, un gestor de patrimonio poco conocido llamado James O ' Shaughnessy, publicó un libro llamado What Works on Wall Street. En él afirmaba que los « inversores pueden conseguir unos resultados mucho mejores que el mercado ». O ' Shaughnessy hacía una afirmación asombrosa: desde 1954 hasta 1994 se podrían haber convertido 10.000 dólares en 8.074.504 dólares, multiplicando por más de diez los resultados del mercado, lo que suponía una asombrosa rentabilidad anual del 18,2 %. ¿ Cómo se lograban esos resultados? Adquiriendo una cesta de las 50 acciones con la mayor rentabilidad a un año, cinco años sucesivos de incremento de los beneficios, y unas cotizaciones que fuesen inferiores a 1,5 veces sus ingresos societarios. 12 Como si de un Edison de Wall Street se tratase, O ' Shaughnessy obtuvo la patente de Estados Unidos número 5.978.778 por sus « estrategias automatizadas » y lanzó un grupo de cuatro fondos de inversión basados en su descubrimiento. A finales de 1999, los fondos habían absorbido más de 175 millones de dólares del público y en su carta anual a los inversores, O ' Shaughnessy afirmaba en grandilocuente s términos: « Como siempre, espero que juntos podamos alcanzar nuestros objetivos a largo plazo manteniendo nuestro rumbo y aplicando nuestras estrategias de inversión contrastadas a lo largo del tiempo ».
Sin embargo, « lo que funciona en Wall Street » dejó de funcionar a partir del momento en el que O ' Shaughnessy dio publicidad al mecanismo. Como indica la figura 1.2, dos de sus fondos sufrieron pérdidas tan graves que tuvieron que cerrar a principios de 2000, y el mercado de acciones general( valorado según el índice S & P 500) vapuleó a todos los fondos de O ' Shaughnessy prácticamente sin interrupciones durante casi cuatro años sucesivos.
En junio de 2000 O ' Shaughnessy se acercó más a sus propios y personales « objetivos a largo plazo » cediendo los fondos a un nuevo gestor, y dejando a sus clientes con la papeleta de apañárselas con aquellas « estrategias de inversión contrastadas a lo largo del tiempo ». 13 Los accionistas de O ' Shaughnessy podrían haberse sentido menos enojados si el autor hubiese puesto un título más exacto a su libro, por ejemplo Lo que solía funcionar en Wall Street... hasta que escribí este libro.
12 James O ' Shaughnessy, What Works on Wall Street( McGraw-Hill, 1996),' págs. xvi, 273-295. 13 En una destacable ironía, los dos fondos de O ' Shaughnessy que sobrevivieron( conocidos ahora como
fondos Hennessy) comenzaron a tener unos buenos resultados en cuanto O ' Shaughnessy anunció que cedía la gestión a otra sociedad. Los accionistas de los fondos enfurecieron. En una sala de chat de www. morningstar. com. uno de ellos manifestaba su enfado: « Supongo que para O ' S largo plazo significa 3 años. [...] Entiendo que estés irritado. Yo también confié en el método de O ' S [...] Recomendé este fondo a varios amigos y familiares, y ahora me alegro de que no siguieran mi consejo ».
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